Para el presidente, este conflicto persistente «tiene mucho que ver con el modo en que se concentra la producción de alimentos».

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, concedió una entrevista a la Televisión Pública este domingo y al ser consultado sobre la constante inflación del país sudamericano, respondió que no quiere «quedar bien con Dios y con el diablo», destacando que «hay diablos que aumentan los precios y hay que hacerlos entrar en razón».

En aquella nación, la subida de precios en febrero cerró con un 4,7 % mensual, dando un aumento anualizado de 52,3 %. Para el jefe de Estado, «hay una inflación autoconstruida que tiene mucho que ver con el modo en que se concentra la producción de alimentos». Al respecto, señaló: «Hay que llamarlos a la reflexión para que ellos [los empresarios] entiendan que el hecho de que tengan una especie de oligopolio no los autoriza a subir los precios».

Sobre el monto de las tarifas de servicios públicos, Fernández comentó que «no pueden aumentar más del 80 % del coeficiente de variación salarial, y para los que tienen tarifa social no más de 40 %». Sobre este punto, subrayó que los sectores más pudientes de la sociedad dejarán de tener beneficios tarifarios: «Queremos terminar con lo más ineficiente, que es subsidiar al más rico. Por eso el primer decil [de la sociedad] termina de recibir subsidios».

«Tuvimos un acuerdo que la ortodoxia del FMI no aceptaba»

Por otro lado, Fernández habló sobre el reciente acuerdo entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para restructurar la deuda contraída por la administración de Mauricio Macri, por casi 45.000 millones de dólares. Sobre ello, dijo que «es una mentira, una ficción», la afirmación de que podría haberse logrado otro tipo de pacto con la entidad financiera. «Tuvimos un acuerdo que la ortodoxia del Fondo no aceptaba, dijimos ‘no vamos a hacer ningún ajuste’; fue una pelea muy dura, fue un acuerdo inusual, por eso no sabíamos hasta último momento cómo iba a votar», contó el político.

La administración de Fernández se vio obligada a refinanciar el préstamo, tomando un nuevo crédito con plazos más flexibles para poder pagar el anterior, ya que de forma inminente vencían pagos con montos imposibles de afrontar: «Con el acuerdo hemos logrado sacar un problema, que es la angustia de pagar 19.000 millones de dólares», destacó. Concluyendo con la discusión, reafirmó que el debate «está terminado». Y agregó: «A algunos les gusta más, a otros les gusta menos, pero hay que seguir adelante».

«Veo una tarea insidiosa de quebrarnos»

Otro de los grandes temas que ocupa la agenda pública es la constante rispidez que hay en la alianza oficialista. En aquel país sudamericano, la prensa local pone énfasis en las aparentes diferencias que hay entre el jefe de Estado y la líder del peronismo, Cristina Fernández de Kirchner, quien colocó al propio Alberto Fernández como candidato en las elecciones del 2019.

«No voy a hacer nada para que el Frente de Todos se quiebre», aseguró. Con ese tono, dijo que dentro del bloque «hay una clara vocación de que no se rompa» el espacio. Sin embargo, concluyó: «Veo una tarea insidiosa de quebrarnos, ‘que Alberto dijo tal cosa, que Cristina dijo tal cosa’, pero mi preocupación ahora es que me saqué la soga del cuello [del FMI] y tenemos que ponernos a caminar».  actualidadrt.com

Por Radaccion

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