Por Amable Grullón.
Lo que irrita y lacera la piel de la población son los apagones, pero este proceso de anarquización y desmantelamiento del Estado, unido a la degradación moral de la sociedad es más amplio y profundo.
Mientras había dinero para repartir y el prestamista daba a riendas suelta, todos se hacían los locos, cambiaban de temas o fingían que no le importaba, pero las cosas nunca estuvieron bien.
Lo mediático ahora son los apagones y la corrupción del Senasa; son los temas que los que laceran la piel con el angustiante calor y revienten los bolsillos a los que ahora, no le entran los chelitos del Estado, que ya no rinden, porque hay que pagar los intereses de los prestamos y los sueldos de los vendidos.
Pero por ese camino, hace tiempo que ya se vendieron las empresas del Estado a precio de vaca muerta, se desmantelaron los hospitales, la educación pública, se quebraron el Senasa y colapsaron servicios públicos,
Por ese mismo camino se enajenaron las propiedades públicas y se las regalaron a las familias más ricas del país a cambio de favores para la campañas electorales, los aeropuertos y puertos, los canales de tv y diarios del país, las vías de comunicación y se duplicaron las nóminas y gastos del Estado en francachelas y contratos viciados y onerosos para favorecer amigos.
Háganse un paréntesis en su mente, respire hondo, piense como han destruido al país como una carcoma se como una madera, desde adentro y desde afuera.
Ahora sólo tenemos que desearnos suerte porque la vamos a necesitar en los próximos años. Peor todavía, no están convencidos de que el modelo le fracasó y No van a tocar el problema a fondo, seguirán siendo mediático, serán más serviles de lo que han sido hasta ahora y afinarán en la repartidera de los bienes y recursos del Estado que quedan, mientras avanzamos hacia el precipicio que ya asoma.
Han convencido al pueblo de que la migración es la única opción para los jóvenes, pera a medidas que el nuevo facismo crece, dentro y fuera del país, esa no es una opción. Tal vez sea lo bueno para que los dominicanos vuelvan a ser lo que siempre fueron y dejen de dejar que otros hagan por nosotros lo que no somos capaces de hacer por sí mismo.
Están «haitianizando» el país, lo han hecho su tema favorito en todas partes, no por lo muchos haitianos que hay, sino porque están deslegitimando y desmontando el Estado para favorecer mafias de narcotráfico, controladas por el poder económico, político y de otras naturaleza. Es hora de parar es cuadro perverso que aniquila el país y lo perderemos todo.