Por: Ramón Antonio Veras.

1.- A los latinoamericanos y caribeños, los intereses monopolistas norteamericanos nos ven como poca cosa, gente sin importancia; un grupo de tarados a los cuales no hay que tomar en consideración.

  1. Los ideólogos del imperio de Occidente consideran que estamos para ser infravalorados, disminuidos y nunca ser aceptados como seres humanos valiosos.

    3.- En lugar de aceptarnos como mujeres y hombres de cualidades estimables, con méritos bien alcanzados por su trabajo manual o intelectual, los guerreristas de la política estadounidenses nos consideran como gente de poca monta merecedora de desprecio.

    Donald Trump.
    Chip Somodevilla / Gettyimages.ru

    4.- No existe ninguna duda de que han fallado en sus cálculos aquellos que, dentro de la política exterior guerrerista norteamericana, nos consideran una insignificancia, que no damos para nada, que somos una inexistencia, una nadería.

  2. Pero está superada la época cuando los Estados Unidos, en otros países, imponían sus condiciones sobre lo que estaba bien o estaba mal y decidían qué hacer o no hacer.

6.- Ya han transcurrido muchos años desde que en Guatemala, en 1954, el gobierno constitucional de Jacobo Árbenz fue derrocado por la United Fruit y la CIA, por el solo hecho de tomar tímidas medidas en la tenencia de la tierra.

7.- La Revolución Cubana, el acontecimiento de mayor contenido político y social ocurrido en toda la historia de América Latina y el Caribe, cambió por completo la posición injusta, indebida y deshonesta del imperio frente a nuestros pueblos.

8.- Luego del triunfo de la Revolución Cubana, obra del genio político, estratega militar, ideólogo y estadista Fidel Castro, los portadores de la agresión, el golpismo y las intervenciones militares han tenido que dejar el fingimiento y dar la cara, quitándose la careta de la doblez.

9.- El mundo fue testigo de que en Chile, el 11 de septiembre de 1973, comenzó a correr la sangre; los asesinatos políticos se hicieron notorios, murió el doctor Salvador Allende y el fascismo impulsado por el imperio fijó la criminalidad.

10.- En la República Dominicana, para impedir el triunfo de las ideas democráticas, el 28 de abril de 1965, Estados Unidos hizo uso de miles de soldados e impuso un gobierno que se caracterizó por perseguir, tener presos políticos, exiliados, torturados, asesinados y desaparecidos.

11.- En Panamá, en el año 1989, para destruir la Guardia Nacional, organizada por el general Omar Torrijos, intervinieron fuerzas militares estadounidenses.

12.- En Haití, después de llegar por primera vez al gobierno Jean-Bertrand Aristide, este fue derrocado, secuestrado y llevado por Estados Unidos a África. Lo que es Haití hoy tiene sus comienzos en aquel golpe patrocinado por fuerzas guerreristas del imperio.

13.- En la desestabilización de gobiernos constitucionales, como el de Zelaya en Honduras o el de Vilma en Brasil, siempre han estado de por medio los Estados Unidos que no creen en la democracia de pueblos.

14.- El bloqueo impuesto por diferentes administraciones norteamericanas contra Cuba, durante más de 60 años, prueba la criminalidad de la política del imperio de Occidente.

15.- La comunidad universal, amante de la paz y el progreso, debe hoy, al igual que ayer, hacer causa común con los pueblos que luchan por la liberación nacional, la independencia y la soberanía.

16.- Las maniobras militares llevadas a cabo actualmente por Estados Unidos contra Venezuela hay que analizarlas tomando en cuenta hechos como los que recapitulamos a continuación: El derrocamiento mediante un golpe de Estado, diseñado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), en Guatemala, en 1954, al gobierno popular y democrático de Jacobo Árbenz; la invasión a nuestro país el 28 de abril de 1965, para impedir el retorno al poder del gobierno constitucional del profesor Juan Bosch; el golpe de Estado, en 1973, a Salvador Allende, en Chile; la desestabilización del gobierno sandinista, en Nicaragua, por medio de mercenarios guerrilleros de la Contra, dirigidos, adiestrados y financiados por la CIA, en el caso Oliver North y/o Irán-Contra; la invasión a Granada, en 1983, para sacar del poder a la Revolución Granadina y el asesinato de Mauricie Bishop; la invasión a Panamá, en 1989, para destruir la Guardia Nacional; el asedio permanente, aplicando todos los métodos y medios para eliminar la Revolución Cubana; la permanente conspiración con ribetes internacionales para desplazar al gobierno presidido en Venezuela por Nicolás Maduro; los golpes blandos en Honduras contra José Manuel Zelaya, Fernando Lugo Méndez, en Paraguay, y en Brasil a Dilma Rousseff.

Santiago de los Caballeros,
5 de septiembre de 2025.

Por Redaccion