1.- A la gente buena de nuestro pueblo la mantienen ilusionadas, para que se formen esperanzas hermosas pero infundadas.
2.- Los ideólogos del sistema siembran en la conciencia popular fantasías que no son más que creaciones de la mente, puras quimeras y nada más.
3.- Con la falta de verdad o autenticidad, argumentación falsa y sutil, acompañada de ambigüedades y tergiversaciones, se ha llevado a la mayoría de la población dominicana a que crea en argucias politiqueras.
4.- Recientemente, con el título: “No personalizar la lucha social”, escribí y publiqué un artículo en el cual destaqué que los dimes y diretes entre politiqueros, haciendo alusiones personales, en nada contribuyen a la lucha social.
5.- De la misma forma que las diferencias personales que ocurren entre politiqueros no generan cambios sociales, el nombramiento de un nuevo funcionario en nada modifica el ordenamiento económico vigente.
6.- Aunque al pueblo le hacen creer que la sustitución de un burócrata por otro es algo de gran importancia por las consecuencias, en realidad es un asunto insignificante desde el punto de vista sistémico.
7.- En el aparato del Estado, lo oficinesco cae en el papeleo, que no pasa de ser una de las tantas funciones a cargo de la burocracia.
8.- En ninguna parte del planeta tierra, la ubicación de un hombre o una mujer en un cargo público es una cuestión del otro mundo, porque no entraña modificación alguna.
9.- Como al dominicano de a pie lo han gobernado bajo el engaño, la designación de fulano por mengano se lo presentan como algo que viene a renovar el orden bajo el cual estamos viviendo y padeciendo.
10.- Remover la burocracia no significa que se va a iniciar un nuevo modelo económico y social para nuestro país.
11.- El hecho de que un flamante funcionario esté en el gobierno central no quiere decir, en modo alguno, que se esté estrenando un sistema distinto y más avanzado. El recién llegado no ha sido nombrado para motivar cambios fuera de las reglas ya establecidas.
12.- El nuevo burócrata, por muy inteligente, capaz y honrado que sea, se comportará como proveniente del mismo saco, conforme convenga al sistema. Nada desigual, todo en consonancia con las añejas disposiciones.
13.- Al pueblo dominicano que come a veces, hay que hacerle saber que el recién llegado funcionario no viene a hacer cosas de relevancia, significativas y de gran alcance. Continuarán las trivialidades.
14.- Los conflictos de comadres que se dan entre candidatos iguales no causan cambios sistémicos, como tampoco la designación de un nuevo empleado público motiva transformación alguna, porque debe ceñirse por normas sistémicas que ya han sido aplicadas por sus antecesores.
15.- La gente que aquí tiene la ilusión de que una persona nueva en un cargo público representa un cambio en el orden social, hay que hacerle saber que semejante opinión es una falacia, un embuste.
16.- Los frescos funcionarios han llegado en un momento que el gobierno necesita oxigenarse, desempolvarse, desapolillarse y tomar aire para no continuar roñoso, mohoso y oriniento.
Santiago de los Caballeros,
19 de agosto de 2025.