Cuando el país se le complica, el presidente Luis Abinader, saca el tema haitiano, la crisis en Haití y el asunto migratorio de las mangas como quien juega cartas marcadas.

Esta vez el mandatorio habla de que convertirse en un problema de seguridad nacional, debido al creciente control que las bandas criminales ejercen sobre gran parte del territorio haitiano.

Sin embargo, la crisis de salud, la quiebra del Senasa, los apagones, la creciente deuda que se vuelve impagable, la carencia de agua y alza del dólar y la angustiante carestía de precios

Pero Abinader distrae con su tema favorito, “No estamos enfrentando un problema migratorio; estamos enfrentando un problema de seguridad nacional con Haití”, haciendo referencia a la situación que se vive especialmente en Puerto Príncipe.

Abinader advirtió que la amenaza no es lejana, ya que estas bandas ya han alcanzado zonas como Caobas y Mirebalais, ubicadas a apenas 60 kilómetros de la frontera con República Dominicana, en el departamento de Artibonito. “Ya han llegado al centro de Haití”, enfatizó durante su participación en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio.

Sin embargo, es desde las entrañas del Estado que se promueve y facilita el tráfico de migrantes haitianos, por razones económicas o por corrupción de funcionarios civiles y militares cuya responsabilidad es impedirlo o regularlo.

Por Redaccion