Por Enmanuel Bretón
Enrique Jiménez de Moya, quien murió entre un 16 a un 21 de junio del 1959 fue torturado antes de morir.
Nacido en 1913 en Santo Domingo, perteneció al grupo de familias que prefirieron abandonar el país ante la situación de dictadura que impuso Rafael Leonidas Trujillo.
En Colombia y Venezuela estuvo residiendo junto a su familia a partir del 1934; sin embargo, en lugar de quedarse ajeno a la realidad que lo alejaba de su patria este prefirió unirse a la lucha para derrocar al dictador.
En el 1947 ya se encontraba en el país ligado a movimientos antitrujillistas y al incidente de Cayo Confites.
Luego de esto su espíritu de guerrero lo llevo a Cuba donde se estaba llevando a cabo la lucha contra el régimen de Fulgencio Batista, apoyando a Fidel Castro.
A pesar de que resulto herido en esta lucha, no dudo de regresar a su tierra natal y continuar sus acciones antitrujillistas.
Por su experiencia y coraje este fue designado comandante en jefe del ejercito de Liberación Dominicana, en la expedición de Maimón