Fotogrin / Shutterstock
Gettyimages.ru

La secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, reconoció la semana pasada que las sanciones estadounidenses contra Rusia y otros países ponen en peligro la hegemonía del dólar porque los sancionados intentan encontrar alternativas.

De hecho, incluso el presidente francés, Emmanuel Macron, comentó que Europa debería reducir su dependencia de la «extraterritorialidad del dólar estadounidense».

Y el temor de Yellen está fundamentado, pues el estatus del dólar estadounidense como moneda de reserva se erosionó en 2022 a un ritmo «10 veces superior al de las dos últimas décadas», según Eurizon SLJ Asset Management, que detalla que la caída se debe en parte al cambio a medios de pago nacionales en las liquidaciones internacionales.

Así, la participación del billete verde en el total de las reservas mundiales cayó al 47% el año pasado, frente al 55% en 2021 y hasta dos tercios en 2003, informa Markets Insider citando a los estrategas de la gestora de activos.

En este contexto, el medio destacó seis «crecientes desafíos al dominio del billete verde en el comercio internacional y los flujos de inversión». Según el medio, uno de los principales desafíos es China, que busca debilitar el dominio del dólar pidiendo que el yuan sustituya al billete verde en los acuerdos energéticos, en medio del creciente comercio de Pekín con Moscú.

En segundo lugar, Malasia inició conversaciones con China para formar un Fondo Monetario Asiático en un intento de desvincularse del dólar.

«No hay razón para que Malasia siga dependiendo del dólar», subrayó a principios de abril el primer ministro del país, Anwar Ibrahim, quien añadió que Kuala Lumpur y Pekín ya están en conversaciones para utilizar el ringgit y el yuan en los acuerdos comerciales.

Por Radaccion