Por: Ramón Antonio Veras.
1.- La política nacional o internacional de un gobierno debe ser manejada con la mayor claridad, porque de lo contrario se convierte en un verdadero embrollo.
2.- En un país donde desde el Estado se lleva a cabo la politiquería, están presentes las maniobras sin principios para lograr determinados objetivos, por lo general encubiertos.
3.- El accionar político estatal en el cual se procura engañar al pueblo no está de por medio la coherencia, la consistencia en el proceder, la concordancia en las ejecuciones y lo sistemático en la prédica.
4.- El gobierno dominicano está haciendo uso del fenómeno migratorio para sacar ventaja, obtener beneficios, y para tal fin hace uso de los argumentos más diversos
5.- Al pueblo dominicano, desde el gobierno central, se le dice que hay que luchar contra la inmigración haitiana indocumentada.
6.- Pero lo que se está comprobando es que las autoridades dominicanas actúan de manera selectiva, eligen a los indocumentados contra los cuales deciden actuar.
7.- Los inmigrantes haitianos indocumentados que laboran en la construcción y en los grandes centros de producción agrícola no son tomados en cuenta por las autoridades de migración para fines de deportación.
8.- El cumplimiento de las leyes dominicanas de inmigración está sujeto a la conveniencia de determinados intereses y grupos de poder económico y político.
9.- Aunque las leyes son de aplicación general, en el caso específico de los inmigrantes haitianos indocumentados prima la desemejanza; no hay igualdad, la diferencia se hace evidente.
10.- De manera hipócrita, a la gente del pueblo dominicano llano se le habla del cumplimiento de la disposición legal que establece el 80-20, pero en el sector agrícola y de la construcción, semejante vigencia es una farsa.
11.- Desde las alturas del poder político dominicano, por el respeto que merece nuestro pueblo, a este se le debe explicar la razón por la cual reciben diferente trato los inmigrantes haitianos indocumentados dependiendo a quienes les sirven.
12.- Si el legislador en la ley dominicana de inmigración no estableció diferencia entre los indocumentados, ninguna autoridad, civil o militar, puede establecer distinción.
13.- En el ambiente dominicano, las mujeres y los hombres defensores de la igualdad en todas sus manifestaciones están en el deber de reclamar, exigir paridad en el trato para todos los inmigrantes haitianos indocumentados.
14.- Cada inmigrante haitiano indocumentado merece equidad, imparcialidad y ecuanimidad. No hay razón para la injusticia y la parcialidad.
15.- Cuando hablamos de inmigrantes haitianos indocumentados, nos referimos a seres humanos que están en idéntica condición en el territorio nacional y, por tanto, son merecedores de igual atención.
16.- La solución que se le dé a la condición de los inmigrantes haitianos indocumentados que trabajan en la construcción y en la agricultura debe alcanzarlos a todos sin distinción alguna. Es cuestión de igualdad ante la ley y la sana justicia.
Santiago de los Caballeros,
26 de mayo de 2025.