Por: Ramón Antonio Veras.
1.- Ninguna persona que esté bien del juicio puede conjeturar, formarse criterios infundados ni hacer suposiciones de que la Iglesia Católica conspira contra el sistema social que predomina en el país.
2.- Cómo va la organización religiosa con más influencia ideológica en la conciencia de nuestro pueblo a aventurarse, a arriesgarse, a hacer críticas infundadas contra el orden establecido.
3.- La Iglesia Católica que hace vida en la República Dominicana debe tener razones principales para emitir consideraciones con causas valederas y elementos básicos en los cuales motivar sus razonamientos en uno u otro sentido.
4.- Los más calificados dirigentes del catolicismo en la ciudad de Santiago de los Caballeros no van a pronunciarse así por así, a la ligera, como si tal cosa, a tonta y a locas, irresponsablemente, sobre temas de relevancia para la comunidad dominicana entera.
5.- Los intérpretes de los seguidores de la religión católica en nuestro país y particularmente los ubicados en el seno de la ciudad santiaguera, no son propensos a estar de intranquilizadores, alarmistas y terroríficos.
6.- Las veces que la cúpula de la Iglesia Católica en Santiago de los Caballeros decide tomar partido, pronunciarse, emitir su parecer sobre un tema de contenido social, es porque el asunto así lo merece.
7.- La cuestión relacionada con el deterioro de la sociedad dominicana en lo económico, social, ético y moral se ha hecho notoria; es algo sabido por todas y todos. Es manifiesto.
8.- El arzobispo santiagués, monseñor Héctor Rafael Rodríguez, convencido de cómo está de agrietado el medio donde estamos viviendo, dijo lo que copio en el párrafo siguiente:
9.- “Entiendo que la crisis emocional y económica que sufren las familias dominicanas podría ser de las principales causas para la ocurrencia de sucesos violentos intrafamiliares o violencia de género”.
10.- Lo dicho por el arzobispo Héctor Rafael Rodríguez, es la expresión de la verdad. No hay que ir al espacio sideral para comprobar lo afectado que está el ambiente dominicano en lo ético y moral.
11.- Lo degradante, denigrante e indecoroso del ordenamiento vigente explica que la sociedad dominicana está para lo peor, desde lo vergonzoso hasta lo ignominioso.
12.- El arzobispo Héctor Rafael Rodríguez, muy bien lo puntualizó: “que la situación de degradación familiar es tan dramática que es hora de que el Gobierno instale una línea de auxilio, donde algunos expertos de la conducta humana orienten a los padres con serios problemas no solo económicos, sino emocional”.
13.- Los beneficiarios del descalabro nacional, los favorecidos desde el poder, son los primeros que deben reflexionar sobre lo dicho por el religioso de Santiago de los Caballeros.
14.- Ojalá el mensaje del sacerdote sirva para ablandar, poner suave los duros corazones de los que en este país se comportan sin alma, desalmados.
15.- Los aprovechados del sistema en decadencia son los causantes de los males que mantienen dañada la sociedad que describe el obispo.
16.- No ha sido un comunista quien ha señalado las lacras del ordenamiento económico que ha convertido a nuestro país en una colectividad de gente pobre que mal vive en un sitio degradado por entero.
Santiago de los Caballeros,
3 de septiembre 2025.
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