Santiago.- En la medida en que crisis se agrava la pobreza se recrudece, los rostros de los niños y gente de los sectores marginales toman las calles para sobrevivir.
Limpiadores de vidrios y pedigüeños asedian a conductores en calles y avenidas de Santiago, asumen actitud de rebeldía cuando los conductores no aceptan sus ofertas.
Los limpia vidrios presionan a los conductor acepte su limpiar los cristales de sus vehículos, labor que inician sin el consentimiento del propietario.
Los indigentes están ubicados en puntos estratégicos de avenidas, en las intersecciones de los semáforos, con carteles en manos pidiendo dinero según ellos para comer.
Mientras la pobreza se agudiza, la práctica toma fuerza. Pero además de mostrar carencia, estos rostros hijos de la exclusión social, el mal uso de los recursos del Estado y la corrupción pública se exponen a ser impactados por vehículos que se desplazan a gran velocidad.