Bonao.- La Coalición de Organizaciones Populares, profesionales y feministas del Cibao anunciaron para el 29 de marzo la gran caravana para apagar la mortífera chimenea de Falcondo y ratificaron la convocatoria a huelga regional para el 24 de abril.
De igual forma denunciaron que el Gobierno ha comprometido la soberanía nacional y denunciaron los altos precios de la canasta familiar, la corrupción y el carácter mafioso de los partidos del sistema.
«No podemos permitir que los detentadores del poder sigan calentando, envenenando, enfermando, robándose y matando a nuestro país y a nuestro pueblo con sus megamineras, ARS, AFP, APP, fideicomisos…sus oligarcas voraces, su Gobierno empresarial, su Congreso, partidos e instituciones corruptas y lacayas.”
Afirma que las principales demandas populares, gremiales, feministas, ambientalistas, comunitarias, patrióticas serán levantadas en ambas protestas.
Denunciaron que desde el Gobierno se está aplastando derechos y soberanía, mientras se está aplicando un plan represivo contra las fuerzas más combativas y completando el plan de privatización del agua, sumándole a la leyes de ordenamiento territorial, fideicomisos y APP, la ley de agua.”
“Las luchas de los movimientos sociales y fuerzas transformadoras tienen ya que apuntar contra esta institucionalidad inservible e insensible a nuestros justos reclamos. No hay salida institucional a este estado de cosas. Gobierno, Partidocracia, Congreso y tutumpotes capitalistas usurpan, controlan, mercantilizan y pervierten el sistema electoral e imponen una camisa de fuerza contra nuestros reclamos vitales y los derechos de la Madre Tierra».
Las organizaciones llamaron a conquistar derechos, soberanía y democracia real en las calles, creando Poder Popular Constituyente soberano, arrebatándole el poder sobre los cambios constitucionales a ese Congreso mafioso.”
“El pueblo es soberano y tiene derecho a elaborar una nueva Constitución en una Asamblea Constituyente electa por él, a crear una nueva institucionalidad y nuevas reglas de juego electorales realmente democráticas. Las luchas actuales necesitan una propuesta política unificadora centrada en la necesidad de un nuevo proceso constituyente.