El regulador insta al Gobierno a diseñar un plan para reducir la deuda y recomienda acelerar la integración europea.
El Banco de España avisa del gran volumen de créditos públicos en riesgo de impago y advierte del impacto del conflicto en Ucrania

El Banco de España ha presentado este miércoles su último informe de Estabilidad Financiera, un documento semestral en el que hace un análisis global de los riesgos y vulnerabilidades del sistema financiero español.

En esta ocasión ha avisado del deterioro de los créditos avalados por el Estado y de la incertidumbre para la economía española que genera el conflicto en Ucrania y el incremento de los precios de la energía.

El regulador cifra en alrededor del 20 % el volumen de los créditos ICO, los avalados por el Estado para empresas y autónomos para hacer frente a la crisis provocada por la pandemia de coronavirus, los que se encuentra en «vigilancia especial». En total ascienden a 21.000 millones de euros a cierre de 2021.

La mayoría de estos créditos están relacionados con los sectores de la hostelería y el turismo, los más golpeados en el país por las restricciones para hacer frente a la pandemia.

Las consecuencias del conflicto en Ucrania

Así, el Banco de España advierte de que en un momento en el que aún no se han superado los efectos económicos de la pandemia y los riesgos asociados, «la invasión de Ucrania ha generado nuevos riesgos para la estabilidad financiera global» que afectan directamente a España.

Señala que el freno económico que ha producido el conflicto armado en suelo europeo, junto al elevado incremento de los costes energéticos y a la previsible subida de los tipos de interés, hará más vulnerable la situación de empresas y familias, a lo que se aunará el repunte de la inflación, que durante los últimos meses ha alcanzado cifras no vistas en el país desde hace tres décadas.

Sin embargo, la institución arroja un hilo de luz, ya que sostiene que las recientes medidas aprobadas por el Gobierno de Pedro Sánchez, que facilitan la refinanciación de los créditos y el mantenimiento de condiciones laxas, pueden ayudar a mitigar el impacto.

Eso sí, desgrana que precisamente el enorme impacto que el conflicto tendrá en el corto y medio plazo es consecuencia de que los dos países involucrados, Rusia y Ucrania, son grandes productores de materias primas, sobre todo energéticas y agrícolas, y de que Europa «es especialmente dependiente del gas y el petróleo ruso».

Así lo constata el aumento significativo que ya han experimentado los precios de los productos energéticos, que han sido el principal lastre de la inflación y de la reducción de la renta disponible de países como España, dependientes de las importaciones energéticas.

actualidadrt.com

Por Radaccion

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