La consternación se ha desatado en San José de Ocoa la muerte de dos niños ocasionada por su padre, quien se suicidó en la carretera La Vuelta de la Paloma.
Amarilis Rivera, madre del parricida-suicida, identificado como Freddy Olaverría, de 42 años, lloraba de manera desconsolada por la tragedia que enluta a su familia tras la muerte de los niños Alys y Fred Olaverría, de 14 y 7años.
«Ay mi hijo qué hiciste, tú eras un hombre bueno, qué hiciste… Dios mío con cuatro hijos y ya se me descompletaron solo me quedan tres», lamentaba la señora Rivera.
«Yo no voy a aguantar esto, Dios mío… miren mis hijos muertos porque mis nietos eran mis hijos también y Freddy tenía tres días compartiendo con sus niños», decía entre lágrimas.
Olaverría suministró una sustancia tóxica a sus dos hijos, una niña de 14 años y un varón de 7 años, para luego ahorcarse, según informó la Subdivisión de Investigaciones Criminales (Dicrim) de la Policía, en San José de Ocoa.
De acuerdo con Yanet Olaverría, hermana del homicida-suicida, el hombre tenía la responsabilidad de los niños desde el pasado 25 de diciembre, cuando se trasladaron a Ocoa a pasar las festividades de Navidad con quien fuera su padre.
La mujer agregó que su hermano le envió un mensaje por teléfono en el cual le pedía que acudieran en su ayuda, debido “a que estaba quedado”, en referencia al medio de transporte en el cual se desplazaba junto a los pequeños. No dijo en qué tipo de vehículo andaba.
Los niños vivían con su madre en el sector Villa Duarte, de Santo Domingo Este y supuestamente la pareja tenía un tiempo separada debido a una relación extramarital que mantenía la madre de los niños.
También dijo que su hermano le había contado acerca del plan que tenía en mente, pero ésta pensó que no llegaría a cometer semejante acción.
Freddy Olaverría tenía pautado devolver los niños a su madre, quien tenía la custodia, pero la entrega terminó en el lamentable suceso.
Dos días antes de la tragedia, Freddy Olaverria publicó en su cuenta de Facebook un vídeo oyendo y cantando una canción de despecho, con el mensaje «Pa’ lante gracias papá Dios», diciendo además que se sentía herido.
Los cadáveres del hombre y los niños permanecen en la morgue del hospital San José, de esta localidad, para realizarse la necropsia correspondientes.