Por Ramón Morel

En las recientes elecciones de la República Dominicana, el partido Justicia Social (JS) ha emergido como una fuerza política notable, superando expectativas y estableciendo un precedente en la historia electoral del país. Con un liderazgo carismático bajo Julio César Valentín y una estrategia política inclusiva, JS ha logrado un avance significativo, pasando del número 34 al número 7 en la boleta presidencial.

A tan solo un año de su fundación, Justicia Social ha conseguido lo que muchos considerarían imposible: convertirse en la cuarta fuerza municipal y asegurar una posición prominente en la próxima contienda electoral dei 2028. Este logro es un testimonio del trabajo metódico y la visión de ¨cambio con justicia social¨ que el partido ha promovido.

La clave del éxito de JS radica en su enfoque de inclusión y participación democrática. La campaña se caracterizó por su alcance a nivel nacional, con actividades que fomentaron la integración de nuevos dirigentes y simpatizantes. El resultado fue un desempeño electoral que no solo superó a partidos tradicionales como el PRD y PRSC, sino que también consolidó a JS como un miembro decisivo de la alianza RD Avanza.

A pesar del éxito alcanzado en la pasada contienda electoral, Justicia Social se encuentra en un proceso de evaluación, a los fines de proceder fortalecimiento de su estructura. Su presidente y líder, Julio César Valentín, ha expresado que el partido no aspira a ser una organización de masas con un padrón de millones de personas, sino más bien una estructura compuesta por unos 8000 o 10000 cuadros políticos altamente formados y con una sólida capacidad para conectar con la sociedad. Este enfoque estratégico busca asegurar la calidad sobre la cantidad, priorizando la preparación y la conexión efectiva con la ciudadanía.

Justicia Social se ha comprometido con la transparencia y la no discriminación, enfocándose en sectores vulnerables y promoviendo políticas para mejorar la inversión en protección social. Este compromiso se refleja en su contribución a la elección de alcaldes, regidores y vicealcaldías, y en su propuesta de un gasto público orientado al bienestar social.

El partido Justicia Social ha demostrado ser un contendiente formidable en el panorama político dominicano. Con una base sólida y una estrategia efectiva, ha establecido un nuevo estándar para los partidos emergentes. Su ascenso es un claro indicador de un deseo colectivo por un cambio significativo y una política más inclusiva y equitativa. Mientras JS celebra su éxito, también se prepara para futuros desafíos, con la mirada puesta en un impacto aún mayor en la política dominicana.

Por Radaccion