barco carguero


El veto de EEUU en la ONU para un cese al fuego en Gaza provocó las represalias a los barcos que arriman en el puerto israelí de Eilat por los hutíes yemenitas Ansarolá, quienes han bloqueado el superestratégico estrecho de Bab el-Mandeb que conecta el mar Rojo con el océano Índico, y donde atraviesan 4 millones de barriles de petróleo al día.
Un bloqueo total del estrecho de Bab el-Mandeb («Puerta de las Lamentaciones») es susceptible de dañar, amén del bloqueo marítimo a Israel, las economías europea y global.
El grupo guerrillero de los hutíes yemenitas de Ansarolá (Ayudantes de Alá) externó su disposición a «cerrar el estratégico estrecho de Bab el-Mandeb en respuesta a las amenazas de EEUU para formar una coalición naval para las operaciones en el mar Rojo»
Se abre de facto un frente periférico en el mar Rojo a la enésima guerra que libra el Gobierno de Netanyahu contra los guerrilleros palestinos de Hamás.
Otros frentes periféricos que han sido detonados, sin todavía llegar a su paroxismo, y que se han integrado en un amplio Frente de la Resistencia, son las escaramuzas en los anexados Altos del Golán, que pertenecen a Siria, así como en el Líbano-Sur con los guerrilleros chiítas de Hizbulá, que intercambian bombardeos cotidianos con el norte de Israel, y los ataques de las guerrillas chiítas en Irak contra las bases estadunidenses tanto en el mismo Irak como en Siria.https://sputniknews.lat/

Por Radaccion