Por: Ramón Antonio Veras.

I.- Para que los pobres se mantengan resignados

1.- En cada sociedad compuesta por grupos humanos que ocupan diferentes posiciones en la escalera social, los que constituyen la minoría se las ingenian para con suavidad dominar a los que son la mayoría.

2.- La clase dominante hace creer al pueblo que controla el Estado para provecho de todas y todos, con el objetivo de mantenerse arriba, tranquila, disfrutando de los beneficios que genera el poder político, económico y social.

3.- Para que los pobres acepten resignados la pobreza, sus adversarios les hacen imaginar como verdad lo que no se corresponde con la realidad. Les presentan como real lo que es simulado.

4.- Mediante un lenguaje enmarañado, al pueblo trabajador le hacen idear que los derechos y libertades formales de que es titular, son los mismos que si fueran reales. Una cosa es tener el poder de ejercer derechos, y otra cuando la facultad de hacer o actuar es pura ficción, como ocurre aquí.

5.- Para mantener engatusados a los marginados sociales, se les dice que es eterno el sistema que impide que vivan dignamente; que no se puede cambiar porque es inalterable, algo inmutable.

II.- La trampa democracia

6.- Además de justificarle a las masas populares la eternidad de un sistema social desigual, se busca la forma de que crean en la democracia, que es el ropaje que cubre al cuerpo sistémico opresor.

7.- La democracia que sirve de base política a un régimen socioeconómico nada humano, es una fachada, la parte exterior de la desigualdad de oportunidades que mantiene oprimidas a las masas trabajadoras.

8.- A los integrantes de la sociedad dominicana que carecen de lo indispensable para vivir, se les tiene colocada una trampa política, la cual descansa en la fantasía de democracia y en la ilusión de partidos políticos.

9.- Las mujeres y los hombres que en nuestro país comen a veces, esos que no tienen nada material y espiritual garantizado, han permanecido bajo una existencia fruto de la creación imaginaria de la mente de los ideólogos que les hacen creer que, al igual que la falsa democracia, también todos los partidos políticos representan al pueblo.

III.- Los partidos sistémicos

10.- Cuando a los oprimidos se les hace mención de la democracia de las minorías nativas, nunca se les aclara cuál democracia. Lo mismo ocurre con los partidos del orden social que margina a la mayoría del pueblo trabajador.

11.- Un partido es una asociación que expresa y defiende los intereses de determinada clase o capas sociales. Por lo general, al frente de ellos están los grupos más activos de cada sector.

12.- Los partidos del sistema no se identifican como defensores del mismo, sino que hacen suponer que son representantes y protegen a todo el pueblo y a la sociedad entera. Se venden como si cada uno fuera un buen padre de familia.

13.- En todo país dominado por la pobreza, los partidos del statu quo, hablan de libertad, democracia, paz social, prosperidad, etcétera, pero de una manera abstracta. En el fondo lo que persiguen es sublimar, encumbrar el sistema opresor.

14.- Mediante un conjunto de expresiones que alaban, los partidos sistémicos crean líderes políticos de pacotilla, que son los que sobresalen en el negocio de la politiquería. No son más que mercaderes destacados de la mercancía dinero sacada del presupuesto nacional.

IV.- Los partidos, un gran negocio

15.- En nuestro país, uno de los negocios que produce más lucro es la formación de una organización, movimiento o partido político. Crear un órgano que sea aceptado legalmente como agrupación política del sistema social imperante, es tener una fuente de beneficios económicos para sacar provecho del presupuesto nacional.

16.- El medio social dominicano está preñado de gente que hacen gala de su agudeza de ingenio y demuestran su rapidez en la forma de pensar al decidirse por la creación de un partido.

17.- La ambición por hacer dinero rápido impulsa a muchos ciudadanos y ciudadanas a resolver parte de sus problemas vía los partidos políticos, y tanto es así que el presidente de la JCE, Román Jáquez Liranzo, declaró que: «más de 50 nuevos partidos e igual cantidad de movimientos políticos, han solicitado reconocimiento ante el organismo electoral, de cara al proceso electoral del 2024».

18.- Las operaciones comerciales relacionadas con los partidos políticos, son de tal motivación económica que el mismo presidente de la JCE, declaró «que en todos los partidos hay personas con doble y triple afiliación».

19.- Una prueba más de que la sociedad dominicana está degradada por entero en lo social, ético y moral, es que el clientelismo es una actividad de enriquecimiento sin causa lícita, pero no sancionada como prohibida.

20.- En el ambiente dominicano un partido político llegar a alcanzar el reconocimiento de la Junta Central Electoral, es símbolo de una victoria. Es como tener en las manos un trofeo, resultado de un triunfo que hace posible penetrar a donde está el dinero que pagamos por concepto de impuestos.

21.- Ser poseedor de un partido del sistema es sinónimo de buena y gran vida; para estar siempre en la papa y con medios económicos garantizados. Pero, para el pueblo, una organización política del sistema significa atraso, pobreza, ignorancia y retardo en la llegada del progreso social.

22.- El día ha de llegar, que esperamos sea lo más pronto posible, cuando desaparezcan los partidos de negocios y su lugar ocupado por organismos que interpreten el sentir y los intereses de las mujeres y los hombres de trabajo, vivo ejemplo de laboriosidad, civismo y decoro.

Santiago de los Caballeros,
28 de marzo de 2023.

Por Radaccion