Por: 1) Dr. Raúl Álvarez Sturla. Director de la Comisión de Desarrollo Territorial del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), y,

2)- Ing. Manuel Núñez Yapor, Director adjunto de la Comisión de Estrategias del Consejo del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD).

Introducción:

El Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD) en su visión en torno al desarrollo territorial de las diferentes comunidades y regiones que integran nuestra nación, además, con relación al Gran Santo Domingo (Distrito Nacional y la Provincia de Santo Domingo), ha contemplado que hace 12 años se promulgó una ley que proyecta y enmarca a la República Dominicana en sus retos y metas hacia el 2030, respecto a los avances promovidos y a ser logrados por las demás nacionales del mundo, como un modelo a seguir en todo lo concerniente al establecimiento de un desarrollo social, económico e institucional armónico y equitativo en todas las zonas y lugares de su territorio.

Visión esta plasmada en la Ley 1-12 de la Estrategia Nacional de Desarrollo inspirada en tener una nación próspera, donde las personas vivan dignamente en el marco de una democracia participativa y funcional que gestione y aproveche sus recursos con el objetivo de impulsar un idóneo progreso y desarrollo, además, para insertarla competitivamente en la economía global que hoy en día prima a nivel mundial

Pautas y lineamientos, que el CRD considera de alta prioridad su plena concretización, para la sustentabilidad del desarrollo y el progreso socioeconómico que ameritamos, por lo que, es su óptica que el país se encuentra hoy en la disyuntiva de que debe acelerar los pasos si quiere lograr lo anterior expuesto, pues las referidas estrategias desde el 2022 no han marchado con la celeridad que ha requerido sus positivos beneficios, al mostrar una considerable inclinación al rezago en sus indicadores, pese a las iniciativas propulsadas por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo y diferentes instituciones públicas y privadas.

Causa y marco del actual rezago:

Según el Ministerio de Economía y Desarrollo, dicho rezago implica revisar aspectos que han sido afectados por los cambios ocurridos a nivel nacional e internacional, obligando a ser incorporados nuevos elementos que al momento del diseño de la estrategia nacional de desarrollo no fueron considerados.

La propia institución reconoce que la complejidad natural de los temas que confluyen en los cuatros ejes que propone la Estrategia Nacional para el desarrollo 2030, necesita de nuevos elementos estratégicos.

Al respecto, el Consejo Regional de Desarrollo, inc. (CRD), ha venido observando un proceso lento, sobretodo, en su implementación con relación al 4to eje de la agenda que versa sobre una sociedad de producción y consumo más descentralizado adaptable al medio ambiente y a los nuevos sistemas que implica conducirla por un rumbo correcto tras la conquista y establecimiento de grandes logros, lo cual estima que llama asumir un mejor rumbo.

Fragilidad y debilidad observada por el CRD en la creación de las Regiones Únicas:

Ante y luego que se aprobó la Ley Orgánica 345-22 creadora de 10 Regiones Únicas del territorio de la República Dominicana, promulgada por el presidente Luis Abinader Corona el 2 de agosto de 2022 para su aplicación inmediata en todas las entidades públicas, el CRD consideró que esa división territorial carecía de la coherencia que la Estrategia Nacional del desarrollo propugnaba en relación de que las regiones tuvieran características de similaridad en cuanto a su desarrollo social, riquezas naturales, infraestructuras viales y acceso marítimo.

Si observamos las 10 regiones creadas y aprobadas: Cibao norte, Cibao sur, Cibao nordeste, Cibao noroeste, Valdesia, Enriquillo, El Valle, Yuma, Higuamo y Ozama., nos daremos cuentas de notables diferencias entre unas y otras que coloca a muchas de ellas en franca desventaja para su desarrollo, especialmente, por carecer de ejes y de espacios territoriales y operacionales en armonía y bien acoplados a los objetivos y propósitos de la Estrategia Nacional de Desarrollo.

Las Mancomunidades Regionales como remedios de la problemática:

A pesar de la realidad creada por la ley 345-22, el Consejo Regional del Desarrollo, Inc. (CRD) considera que aún estamos a tiempo para lograr el desarrollo regional sostenible, además del Gran Santo Domingo, si utilizamos una estrategia diferente. Una estrategia que genere recursos propios, que favorezca una descentralización estatal progresiva y que a la vez cumpla con la coherencia territorial de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030.

Esa nueva estrategia con su mecanismo sería la creación de 5 Grandes “Mancomunidades Regionales” que se crearían a partir de las 10 Regiones Únicas actuales y sus municipios, mediante la ley 176-07 del Distrito Nacional y Los Municipios, que le reconoce a estos, el derecho a asociarse con otros en “Mancomunidad” para la ejecución en común de obras y servicios dentro de sus competencias.

El CRD propone estas 5 Mancomunidades porque solo estas cumplen con todos los requisitos de similaridad y competencias que se necesitan para desarrollarse. Además, propone que se les denominen “Mancomunidades Quisqueyanas” ya que la mayoría de las regiones únicas actuales llevan nombres Taínos de arraigo histórico y de gran vocación e identidad para crear y hacer surgir “marcas turísticas, productivas y comerciales regionales “.

Estas serían:

1) La Mancomunidad Quisqueyana Cibao- Norte. Integrada por la región Cibao Norte y Cibao Noroeste y sus 41 municipios.

2) La Mancomunidad Quisqueyana Cibao Central. Integrada por la región Cibao Sur y Cibao Nordeste y sus 28 municipios.

3) La Mancomunidad Quisqueyana del Gran Higuey. Integrada por la Región Yuma e Higuamo y sus 21 Municipios.

4) La Mancomunidad Quisqueyana Gran Jaragua. Integrada por la Región Valdesia. Enriquillo y la Región El Valle y sus 60 Municipios.

5) La Mancomunidad Quisqueyana del Gran Santo Domingo. Integrada por la Región Metropolitana/ Ozama y sus 8 Municipios

Impactos de impulsar las Mancomunidades para las zonas rurales del RD:

Las mancomunidades propuestas tendrían un impacto significativo en las áreas rurales de la República Dominicana. Algunos de los beneficios incluyen:

1).- Cooperación y sinergia: Las mancomunidades permiten a los municipios rurales colaborar en proyectos comunes, como infraestructura vial, servicios básicos y desarrollo agrícola. La cooperación multiplica los recursos disponibles y evita duplicación de esfuerzos. 2).- Desarrollo sostenible: Las mancomunidades pueden diseñar estrategias para el uso sostenible de los recursos naturales, protegiendo el medio ambiente y promoviendo prácticas agrícolas responsables. 3).- Acceso a fondos y programas: Al unirse, los municipios rurales pueden acceder a fondos estatales, programas de desarrollo y cooperación internacional que de otro modo serían inaccesibles individualmente. 4)- Mejora de servicios: Las mancomunidades pueden coordinar la prestación de servicios básicos como agua potable, saneamiento, educación y salud. Esto beneficia directamente a los habitantes rurales. 5).- Empoderamiento local: La participación activa en mancomunidades fortalece la voz de las comunidades rurales en la toma de decisiones y la planificación de su propio desarrollo.

Cabe destacar, que a nivel Rural- urbano. Las mancomunidades pueden proponerse realizar acuerdos y alianzas público-privadas para la construcción de infraestructuras viales, aeródromos, ferrocarriles y otros proyectos que beneficien el desarrollo comunitario.

Es indudable que existen desafíos que enfrentar al crear una mancomunidad, por ejemplo, financiamiento insuficiente; coordinación intermunicipal compleja; incapacidad técnica y administrativa, así como desigualdad territorial.

Superar estos desafíos requiere esfuerzos continuos y una visión compartida de desarrollo local.

Otros beneficios a propulsar por medio de las Mancomunidades:

La de promover el emprendedurismo y el auto desarrollo mediante la creación de empresas y alianzas público/privada para proyectos destinados a diferentes servicios municipales y estatales, además, constituyen motores generadores de riquezas y bienestar comunitario.

El ejemplo a seguir lo constituye la Mancomunidad del Gran Santo Domingo, MGSD, constituida el 28 de julio de 2008 cuando los alcaldes del Distrito Nacional, Santo Domingo Norte, Este, Oeste, San Antonio de Guerra, Boca Chica, Los Alcarrizos, Pedro Brand y de Los Bajos de Haina, firmaron sus estatutos.

A pesar de los obstáculos e individualismos obsoletos, la MGSD ha ejercido contribuciones esenciales en el desarrollo de su región, sobre todo en la ejecución de los grandes proyectos de saneamiento territorial.

Debemos enfatizar, que teniendo la Región Metropolitana/ Ozama la menor extensión territorial de todas las regiones, es la que alberga la mayor cantidad de habitantes (3,960.000 millones aproximadamente) generándole un grave problema de desplazamiento vial; recolección y disposición de los residuos sólidos y saneamiento territorial. La existencia de la MGSD, ha sido la razón principal de la disminución del impacto negativo que le ha creado la sobrepoblación.

El CRD llama pues a que apostemos a una estrategia diferente para alcanzar el desarrollo programado mediante las 5 Grandes Regiones Quisqueyanas.


Impactos de las recomendaciones del CRD:

La descentralización en República Dominicana es un tema relevante y complejo al ser un país altamente centralizado, sin embargo, el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD) es del criterio que con el propulsamiento de un desarrollo territorial eficiente y con el establecimiento de Mancomunidades, nuestra nación podrá lograr y conquistar las ventajas que las mismas ofrecen, entre ellas:

Mayor eficiencia: Los gobiernos locales pueden tomar decisiones más ágiles y adaptadas a las necesidades específicas de su mancomunidad. Esto reduce la burocracia y mejora la prestación de servicios.
La Participación ciudadana: La descentralización fomenta la participación activa de los ciudadanos en la toma de decisiones locales. Los residentes pueden influir directamente en políticas y proyectos que afectan sus vidas.
Desarrollo regional equitativo: Los recursos se distribuyen de manera más equitativa entre las diferentes áreas geográficas. Esto ayuda a reducir las disparidades económicas y sociales.
Mejora de la calidad de vida: Los gobiernos locales pueden centrarse en áreas específicas como educación, salud, infraestructura y medio ambiente. Esto conduce a una mejor calidad de vida para los ciudadanos.
Innovación y creatividad: La descentralización permite experimentar con soluciones innovadoras y adaptadas a contextos locales. Se fomenta la creatividad en la búsqueda de soluciones a problemas comunes.
Desarrollo económico local: Los gobiernos locales pueden promover el desarrollo económico mediante alianzas públicas- privadas, inversiones en infraestructura, turismo y apoyo a pequeñas empresas.
Los autores son:

1). Dr. Raúl Alvarez Sturla, Director de la Comisión de Desarrollo Territorial del Consejo Regional de Desarrollo,, Inc. (CRD, economista, médico, empresario y experto en desarrollo territorial- Correo: [email protected]. 809-244.5496. San Francisco de Macorís. RD.

2)- Ing. Manuel Núñez Yapor, Director adjunto de la Comisión de Estrategias del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), ingeniero, empresario y experto en planificación del desarrollo.- Correo: [email protected]. 809-244.5496. San Francisco de Macorís. RD.

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