Ettore Chiereguini / AGIF / Sipa USA / Legion-Media


Tras la Guerra del Acre (1899-1903) Brasil se comprometió a resarcir a Bolivia en varios puntos. Aquel tratado firmado hace 120 años hará hoy posible la construcción de un puente entre ambas naciones. Mientras los Gobiernos de Arce y Lula Da Silva definen detalles técnicos, la población boliviana de Guayaramerín exige iniciar de una vez la obra.

Guayaramerín, en el departamento amazónico de Beni (centro-norte), recuperó momentáneamente la tranquilidad luego del paro cívico de 24 horas, en reclamo de la inmediata construcción del puente que conecte a esta población con la brasileña de Guajara-Mirim, al otro lado del limítrofe río Mamoré.

El pasado 25 de septiembre el ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, quedó atrapado junto a su comitiva en la sede del Comité Cívico de Guayaramerín, por las protestas de la población en las calles con piquetes, fogatas y petardos. Pudo retirarse recién en las primeras horas del martes 26.
Las autoridades y organizaciones locales exigen que se concrete la construcción del puente. Reclamaron al Gobierno boliviano que deje de observar la propuesta brasileña, porque de esta manera se retrasa el inicio de la obra apalabrada hace más de 100 años.

El puente binacional tendría una longitud de 1.200 metros. Según la propuesta brasileña, sus pilares tendrían una altura de 16 metros. Pero Bolivia pidió que midieran 19,5 metros, para hacer viable el tránsito de barcos con mercaderías y productos para comercializar./sputniknews.lat

Por Radaccion