Santiago.-La indolencia de las autoridades, agravada por las grietas de los recientes sismos ha motivado a la comunidad educativa de Arroyo Frío, La Cumbre a cerrar la escuela por temor a que sus hijos puedan ser sepultados por su desplome.
Los padres y profesores se manifestaron con encendido de velas, pancartas y vestidos de negro para llamar la atención de las autoridades ante el abandono del centro educativo.
“Estamos huérfanos de ministro de Educación porque tenemos años denunciando los derrumbes y lo que hacen es que mandan los ingenieros, estos miden y no vuelven y el problema es peor”, afirmó Georgina Abreu, presidenta de la Asociación de Padres, Madres y Amigos de la Escuela.
Dijo que la Asociación de Padres y Madres de la Escuela decidió que los alumnos no regresen a las aulas mientras sus vidas corran peligro por el mal estado de la infraestructura del plantel escolar.
Georgina Abreu explicó que los maestros y el personal administrativo acuden a la escuela pese al riesgo para evitar que todo caiga en el descalabro total.
“Hemos suspendido la docencia por los derrumbes, las verjas en el suelo y otros problemas más. Le hemos estado pidiendo desde hace varios que vengan. Nosotros somos dolientes y huérfanos de ministro de Educación”, indicó Abreu a la prensa.
Padres y profesores temen que en cualquier momento pueda desplomarse el edificio de la escuela, debido a las grietas y los constantes temblores tierra que se producen en el país.
Ratificó que escuela Arroyo Frío-La Cumbre se mantendrá con la docencia suspendida hasta que las autoridades educativas decidan intervenir el plantel de manera definitiva y sin demora para corregir el problema.
La Escuela Arroyo Frío-La Cumbre tiene una matrícula de más de 150 estudiantes, además de los docentes, personal administrativo y de apoyo.
Los miembros de la APMAE exigen al ministro de Educación que resuelva el problema definitivamente o los estudiantes no volverán a las aulas.
Abreu dijo que la vida de los niños y niñas, así como de los docentes y las demás personas que trabajan en el centro educativo están por encima de todo, por lo que no la pondrán en juego por negligencia de las autoridades en buscarle solución a la problemática presentada desde hace años.