Ucrania entiende que Rusia no puede ser derrotada y ataca a la población civil para intimidarla, declaró el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú.

En sus palabras, EEUU y los países de la OTAN solo agravan el conflicto al suministrar más armas al régimen de Kiev, también agregó que las tropas rusas siguen triturando esos equipos militares.

«Conscientes de que no será posible derrotar militarmente a Rusia, los dirigentes ucranianos siguen recurriendo a acciones criminales para intimidar a los ciudadanos de las nuevas regiones rusas.

Las Fuerzas Armadas ucranianas están atacando zonas residenciales, hospitales, lugares donde se reúnen civiles y cometen actos terroristas contra las instalaciones estatales y sociales», declaró Shoigú.

Así, al final de enero los militares ucranianos bombardearon un centro médico civil ubicado en la localidad de Novoaidar, la región de Lugansk. Como consecuencia del ataque, 14 personas perdieron la vida y otras 24 resultaron heridas. Desde la Cancillería rusa calificaron este bombardeo como «un crimen de guerra de Kiev y sus amos occidentales» y advirtieron que todos implicados serán castigados.

No es la primera vez cuando el régimen de Kiev atacara a la población civil. El 31 de diciembre de 2022, seis personas fallecieron en el bombardeo realizado por parte de las Fuerzas Armadas contra un hospital de Pervomáisk, una de las ciudades de la República Popular de Lugansk. Entre los pacientes del hospital había cinco niños con sus madres, incluido un recién nacido, que no resultaron heridos en el bombardeo.
A esas muertes todavía deben sumarse las bajas civiles en la República Popular de Lugansk, donde el pasado 14 de diciembre murieron 44 personas y 98 más resultaron heridas tras una serie de ataques ucranianos con Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (Himars), que son proveídos por Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) al Ejército de Kiev.

Por Radaccion

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