Washington, 1 nov (Prensa Latina) La batalla por la gobernación de Nueva York es hoy una de las contiendas más importantes en ese estado de la Unión de cara a las elecciones de medio término del 8 de noviembre.
Nueva York, que comenzó su votación anticipada el 29 de octubre hasta el 6 de noviembre, no ha tenido unos comicios para gobernador tan competitivos desde 1994, un año como el actual en que muchos votantes estaban frustrados con el gobierno de los demócratas en Washington.
Ahora los neoyorquinos decidirán entre la gobernadora en el cargo, la demócrata Kathy Hochul, y el congresista republicano de Long Island Lee Zeldin.
Hochul, primera mujer en asumir ese puesto, se desempeñó como vicegobernadora de Nueva York hasta que reemplazó en 2021 al también demócrata Andrew Cuomo, obligado a dimitir por escándalos de acoso sexual que acabaron con su carrera política.
Varios sondeos recientes aseguran que Hochul se mantiene por un solo dígito delante de su rival, un abierto seguidor del expresidente Donald Trump (2017-2021), en un estado que Joe Biden ganó por 23 puntos en 2020.
Recordó el diario The New York Times que en 1994 los republicanos se hicieron con el control de las dos cámaras del Congreso (la de Representantes y el Senado) y la gobernación de Nueva York se tiñó de rojo, cuando George Pataki derrotó al gobernador Mario Cuomo (demócrata).
El mandato de Pataki se extendió hasta diciembre de 2006. Un mes después, en enero de 2007, asumió el azul Eliot Spitzer y desde entonces los demócratas llevan controlan la gobernación de ese estado.
Los vientos en contra que enfrentan Hochul y sus correligionarios en todo el país son, en cierto modo, peores, consideró un artículo del influyente periódico al referirse, entre otros aspectos a la elevada inflación.
Sin embargo, para algunos observadores, la ansiedad de la ciudad de Nueva York por la delincuencia podría marcar la diferencia en estas elecciones.
El 36 por ciento de los neoyorquinos dijo que la criminalidad era su mayor inquietud, tres veces más que los que eligieron la inflación.
Lo más probable es que Zeldin necesite al menos el 30 por ciento de los votos de la ciudad de Nueva York para obtener la victoria, y eso no parece tan improbable como a principios de este otoño, añadió el rotativo.
El candidato pro-Trump podría ganar porque los independientes se están poniendo del lado de los republicanos en los temas de inflación y delincuencia más que de los demócratas, cuyos temores sobre la protección de la democracia tienen prioridad.
Sin dudas, Zeldin se enfrenta a una dura escalada en un estado fuertemente azul, pero el hecho de que una victoria suya sea siquiera concebible da una medida del ánimo del electorado, así como del Partido Demócrata en Nueva York y a nivel nacional.
Según las tendencias en la delincuencia, aumentó un 30 por ciento este año solo en la ciudad de Nueva York, ello incluye un incremento del 33 por ciento en robos y un 11 por ciento en violaciones (aunque los homicidios bajaron un 14 por ciento).
De acuerdo con dato de las autoridades locales, el número de pasajeros del metro sigue en mínimos, con historias regulares de personas empujadas a las vías, asaltos al azar hasta un tiroteo masivo en un tren de Brooklyn a principios de este año.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams (D), declaró hace poco el estado de emergencia al acercarse la cifra de personas en los albergues a un máximo histórico, agravado por la afluencia de migrantes, entre los que se encuentran los trasladados en autobús desde Texas.
La historia de las elecciones de 2022 enseña que los miembros del partido de gobierno quizás sobreestimaron los acontecimientos del 6 de enero del 2021 (ataque al Capitolio federal) y los vínculos con Trump de republicanos como Zeldin, en opinión de otros analistas.
Pero queda claro que los electores estadounidenses votarán por lo que suponen cambiará las cosas, descontentos con la dirección del país y de sus estados tras la pandemia de la Covid-19, indican las encuestas.
En Nueva York, el 52 por ciento de los probables votantes creen que el estado va por mal camino, ocho puntos más que en 2018.
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