La adquisición de los libros de textos que resultado un negocio lucrativo de miles de millones de pesos para autoridades y editores, pasa ahora a una fase mayor.
El Ministerio de Educación y Consejo Nacional de Educación (CNE) aprobaron en su pasada sesión que serán elaborados por las universidades, academias e intelectuales.
De esta forma las editoras salen del negocio que tradicionalmente los han sustentado, pero puede que los padres y estudiantes hayan saltado del fuego al bracero.
Las licitaciones siempre han estado rodeadas de denuncias de irregularidades y acusaciones incluso entre los mismos proveedores, como sucedió en el pasado proceso de los libros de secundaria.