Por Amable Grullón

Ulises Rodríguez, al igual que el Presidente Luís Abinader No parecen tener competencia alguna o rivales, uno como virtual aspirante a la sindicatura de Santiago y el otro para continuar en la presidencia de la República.
En parte, esto es fruto del trabajo que ambos han realizado, cada uno en su función y como político, que le ha merecido el posicionamiento que poseen.
Pero también, es resultado, no se puede ocultar, de que la oposición es tan débil, que prácticamente no representa ninguna competencia para ellos y el Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Cualquier analista político, y en el país los hay al por mayor, o cualquier persona desapasionada los puede observar y sacar sus propias conclusiones; pero tendrá que coincidir en que cualquiera que seas la razones, Luis y Ulises no tienen una competencia en su propósito de ser elegidos por el pueblo en las elecciones del próximo año.
En el caso del Presidente Luis Abinader, a su contendiente Leonel Fernández le ha costado reconstruir sus mejores momentos, en parte porque la división en su antiguo partido está muy reciente y segundo porque aún tiene grandes lastres de sus gestiones pasadas.
Lo mismo puede afirmarse del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y su candidato Abel Martínez, pero sobretodo, por los errores del candidato mismo y de las presiones que han mantenido desde el Gobierno, del PRM y de la Fuerza del Pueblo que han estado sustrayendo sus dirigentes y cuadros.
Lo cierto es que la oposición se ve débil, desordenada y con posibilidades reducidas de éxito para enfrentar el partido de Gobierno y a Luis Abinader como candidato a la reelección el próximo año.
Las elecciones congresuales y municipales del mes de febrero del próximo año pueden marcar un amargo presagio para la oposición.
La posibilidad de construir alianzas se ven lejos, obstruida por el odio y la rivalidad entre los antiguos compañeros del PLD y la Fuerza del Pueblo, que por demás parecen están más cerca del mismo gobierno que de un rol de oposición real al Gobierno del PRM.
En el caso de Ulises Rodríguez, el debilitamiento del PLD en Santiago y las debilidades naturales de la Fuerza del Pueblo, unido al factor que imposibilita las alianzas y las precariedades de un liderazgo fuerte en la oposición dejan a Ulises Rodríguez casi correr solo a la sindicatura por Santiago.
Ayuda, además que ya fue candidato del PRM en las elecciones del 2020 y que hizo un excelente papel, pese al corto tiempo y las dificultades mismas de aquel proceso.
Pero hay que resaltar que Ulises Rodríguez es un candidato que como, político y como ser humano suma sus propios méritos en cualquier proceso para sacar sus ventajas.
Ulises es un hombre sincero, de fácil acceso y de buenas relaciones humanas. Su perfil como candidato ha sido probado en varias ocasiones y su trabajo como congresista y como funcionario público están ahí para evaluarle y dejarle sus aportes.
Muchos candidatos y políticos de la oposición y del Gobierno mismo querrían tener los méritos, el perfil y el posicionamiento de Ulises Rodríguez que al decir de la gente de Santiago, se lleva bien con todo el mundo.

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