El nuevo Congreso de Estados Unidos tiene un número histórico de legisladores con raíces hispanas. ¿Esto es garantía de algo para la comunidad de latinoamericanos que vive en el país?

Nunca antes había existido un Congreso estadounidense tan hispano como el que acaba de entrar en funciones. Casi el 11% de todos los legisladores de la Cámara de Representantes es latino.

De acuerdo con la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Nombrados (NALEO, por sus siglas en inglés), mientras que en el Senado hay seis senadores de origen latino electos, en la Cámara de Representantes hay 47, nueve más que en el periodo pasado.

Sin embargo, aunque la llegada de nuevas caras de origen hispano al Congreso podría interpretarse en una primera instancia como una buena noticia para la comunidad hispanoamericana en materia migratoria, lo cierto es que este podría ser un falso discurso.

De acuerdo con la doctora Iliana Rodríguez Santibáñez, profesora e investigadora en Derecho Internacional del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, el que haya más personas de origen hispano en la toma de decisiones políticas no necesariamente significa que habrá un impulso en las políticas migratorias a favor de la comunidad.

«Muchos de los congresistas actuales de origen hispano ya son nacidos en territorio estadounidense. Es decir, sí tienen una ascendencia hispana, pero ellos ya son nacidos en Estados Unidos y comparten la misma visión de Estado, ideología, valores y principios que aquella nación», señala en entrevista con Sputnik esta especialista, quien también cuenta con una certificación de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard.

Y es que, apunta, cada uno de los representantes —independientemente de su afinidad demócrata o republicana— tienen agendas individuales que tratarán de impulsar con la finalidad de acceder a mejores puestos políticos. Para poder ascender a ellos, dice la experta, tienen que mantener encendido el diálogo sobre migración.

«¿Por qué? Porque ese diálogo vende, ¿y qué vende? Votantes. Mientras los migrantes escuchen que la agenda no ha perdido la impronta del tema migratorio van a seguir votando por unos o por otros que mantengan el diálogo vivo», afirma.

Rodríguez Santibáñez señala que los migrantes llevan prácticamente décadas esperando a que haya iniciativas que, realmente, apuesten a la regularización de sus estancias y de programas destinados a ellos, como la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), una política que protege a alrededor de 800.000 jóvenes, mejor conocidos como Dreamers. Todos ellos ingresaron cuando eran niños a Estados Unidos, pero de forma ilegal.

Además, explica la experta, en los últimos cinco años se han incrementado considerablemente los flujos migratorios hacia suelo estadounidense, por lo que hallar una posible solución al tema podría incentivar el fenómeno.

«No va a haber una iniciativa. No soy optimista de que veamos una iniciativa que resuelva esta situación, porque resolver la situación en las condiciones que tenemos en este momento en el mundo… Es un discurso que no puede encontrar una solución porque, al hacerlo, generaría la posibilidad de que se incentiven más estos flujos migratorios a nivel mundial hacia Estados Unidos», consideró.

El 5 de enero, se anunció que Estados Unidos destinará unos 23 millones de dólares a México y Centroamérica en asistencia humanitaria para migrantes. Además, la Administración Biden permitirá el ingreso mensual de hasta 30.000 migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, así como otros 20.000 del resto de América Latina.

«Hoy, la Administración [del presidente Joe] Biden está anunciando la extensión del exitoso permiso humanitario urgente [conocido como parole process] y lo extiende a los ciudadanos de Nicaragua, Haití y Cuba», consignó el Gobierno estadounidense en un comunicado.

«Hasta 30.000 personas por mes de estos países, que tengan un patrocinador elegible, hayan aprobado las investigaciones y el cheque de antecedentes, pueden ingresar a Estados Unidos por un periodo de dos años y recibir autorización para trabajar», añade el texto.

Una posible luz

De acuerdo con la experta, en donde sí podría haber oportunidades es en la movilidad laboral, un tema que está incluso agendado para la X Cumbre de Líderes de América del Norte que se celebrará entre el 9 y el 11 de enero en México y en la que participarán los mandatarios Estados Unidos y Canadá.

«Esa es un área de oportunidad donde los congresistas de origen hispano tienen la capacidad de impulsar una agenda, aunque sin acabar definitivamente con el problema migratorio, que eso es histórico y nunca se va a acabar, pero sí dándoles un incentivo y un estímulo en el discurso político para promover esta movilidad laboral desde el Congreso», señaló.

La movilidad laboral, dijo la experta, es un mecanismo que puede incentivar la migración regular. sputniknews.lat

Por Radaccion

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